BARAKA

Todo tiene dos características que crean una yuxtaposición entre su estética y su utilidad. La naturaleza es impresionante y hace sentir a uno inferior a ella. Esta tiene ambas, belleza y utilidad, pero no ideación, puesto que todo lo que no es naturaleza es creado por el hombre. Lo creado por el hombre provoca contemplación, ya sea por su estética o utilidad, porque uno tiene curiosidad sobre cómo y para qué esta hecho. En el documental Baraka se ven muchas comparaciones entre el hombre, sus creaciones, cultura y la naturaleza.

En el mero principio del documental lo que sale es escenas de la naturaleza, y específicamente un mono japonés de temperaturas frías relajado en aguas termales. A diferencia del humano se puede decir que ese mono no tiene preocupación alguna, solo existe y vive. Un ser humano existe y vive, pero su conciencia y sus alrededores lo mantiene restringido de libre albedrío. Luego de las escenas de naturaleza, hay una notable cantidad de escenas de prácticas religiosas, ya sea de indígenas amazónicos, kenianos, judíos etc. Entonces aquí uno se pregunta, ¿por qué la religión es tan importante para el hombre? No importa cuánto tenga el humano, nunca esta satisfecho. Quizás, para algunos la religión los completa y los mantiene bien fundados. Además, la religión es creada por los humanos, ellos tuvieron que idear profundamente todos los detalles que forman parte de tal religión. Y con la voz de los seguidores y palabras de sus escritos sagrados ellos pueden provocar contemplación. Cuando se trata del espacio ideal para realizar las practicas religiosas, la arquitectura es importante. En Baraka mostraban diferentes iglesias con impresionante arquitectura, claro es esperado que esos ambientes sagrados sea reflexión de su religión correspondiente.

A medida que avanza el documental, hay dos comparaciones que son cómicas, pero a la misma vez causan un poco de inquietud. La primera es los pollitos y los humanos. Se muestra una fabrica donde preparan pollitos para granjas industriales. Los pollitos son tirados y procesados por varias maquinarias. Tienen tantos pollitos que ni caben en las rutas de las maquinarias. Todo esto al lado de las escenas de conglomeraciones de personas en avance rápido no es por coincidencia. El director quería que el observador se diera cuenta e hiciera la comparación. Los humanos, como los pollitos, son básicamente esclavos de la industrialización. El hecho que las escenas de las conglomeraciones estaban en velocidad rápida, hacia ver a los humanos como seres insignificantes. La otra segunda comparación es de unos complejos de vivienda y un cementerio. Se muestran los micro apartamentos de Hong Kong, los cuales hasta cierto punto sus condiciones son inhumanas. La mayoría de estos micro apartamentos se dividen en jaulas, una encima de la otra. Lamentablemente, la gente que vive ahí es de clase baja y Hong Kong siendo la ciudad más cara del mundo, no es fácil mejorar el estilo de vida. Esos apartamentos son el equivalente de donde terminan los muertos, un columbario.

A fin de cuentas, el documental Baraka hace tremenda observación y comparación de humanos, sus creaciones y la naturaleza. Era como observar otra especie en un zoológico donde ves todos sus comportamientos. Este documental hace sentir a uno incomodo, pero mantiene la atención por sus comparaciones, que diariamente ni se piensan.